martes, julio 24, 2012

Ann Cathrin














A veces he considerado excesivo que los llamados "artistas emergentes", que es como oficialmente se habla de los artistas que son jóvenes en edad, tengan tantas facilidades para hacer clínicas, vivir con becas , hacer residencias y ser mimados por los comisarios.

Pero viendo de cerca como trabajan, el empeño que ponen, las horas que dedican, la vida sacrificada que llevan, considero que se merecen todo lo que reciben.

Por supuesto no me refiero a todos ni mucho menos, pero conozco artistas de la diáspora vasca y algunos europeos, cuyas vidas están centradas total y absolutamente en sus proyectos desde la primera juventud.

No se dejan distraer por el ruido del mundo y sus vanidades, por lo que los resultados son extraordinarios.

Ya el hecho de tomar la decisión de dejar la casa de sus padres y el pais de origen, (los australianos lo hacen a los 16 años) para poder asistir a ambientes en donde saben que pueden encontrarse con gente que lleva en las venas la misma pasión por el arte y que se respetan entre si, les pone en el camino del éxito.

Recuerdo un video que vi en el Palais de Tokio de Paris, sobre Jean Nouvel, que es de Burdeos y me llamó la atención la siguiente frase:
"Cuando decidí que quería ser arquitecto, lo primero que me planteé fue estudiar en Paris" (sic)

Yo hice la carrera de BBAA en Bilbao, primera promoción y disfruté porque solo el hecho de estar con personas afines a mi, ya era un regalo.

Pero cuando mi hijo pequeño me contaba como eran los planteamientos en Saint Martins, que es donde estudió BBAA y en Goldsmiths, donde hizo el MFA, me asombraba sobretodo el respeto que mostraba la exigencia del método.

Mientras que yo, pringadilla bilbainita, me había dedicado a ensuciar mis lindas manos en asignaturas tales como "Dibujo del natural y del antiguo"...


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