Una visita a Chang, el Taoísta recluido de Nan-Chi I
A lo largo del camino cubierto de musgo, En dirección a tu choza, descubro las huellas de tus pasos. Blancas nubes yacen ocultas sobre tu silenciosa isla; Fragantes hierbas crecen hasta la altura de tu inútil puerta. Un chubasco pasajero revela el color de los pinos. Vagando por los cerros hallé el nacimiento de un arroyo. Arroyo, flores, meditación: todo es uno y no sienten la necesidad de hablar.
Detalle del cuadro "Retratos inacabados" que pertenece a una colección particular y que Jose María no pudo terminar porque se murió cuando lo estaba pintando; Jose María era muy detallista y aunque pintaba todos los días, tardaba mucho en terminar los cuadros.
José María Ucelay
(Bermeo, 1903 - Busturia, 1979) Pintor vasco. Estudió Derecho y Filosofía en la Universidad de Deusto (1920-1921) y en la Escuela de Química de Oviedo (1921-1922), que abandonó para dedicarse a la pintura.
Pronto se puso en contacto con la Asociación de Artistas Vascos con los que expuso en 1921. En 1923 se estableció en París, donde hizo amistad con artistas españoles de la Escuela de París como Manuel Ángeles Ortiz y Pancho Cossío, con escritores como Mariano Brull, Alejo Carpentier y Ernest Hemingway y críticos como Maurice Raynal.
Cesta punta (1962)
En sus estancias en España participó en la Exposición de Artistas Ibéricos de Madrid y realizó decorados para obras teatrales y un gran mural para el batzoki de Bermeo. En 1936 fue nombrado Director de Bellas Artes del Gobierno Vasco y fue comisario del Pabellón Vasco de la Exposición de París de 1937. De 1938 a 1949 vivió exiliado en Gran Bretaña, donde presentó varias exposiciones y realizó pinturas murales.
The ancient festival of colours Holi is celebrated all over India on the day of full moon night of the last month of the year according to Hindu calendar. The main day of Holi is celebrated by people throwing colored powder and colored water at each other. Bonfires are lit the day before, also known as Holika Dahan (death of Holika). The bonfires are lit in memory of the miraculous escape that young Prahlad had when Demoness Holika carried him into the fire. Holika was burnt - but Prahlad, a staunch devotee of God, escaped without any injuries due to his unshakable devotion. The main day when the actual play of colours takes place, is meant for pure enjoyment.
Each colour carry a specific meaning: Red – Purity Green – Vitality Blue – Calm and sedateness Yellow - Pious feeling.
YASUNARI KAWABATA Osaca, Japón 1899-1972, Premio Nobel de Literatura 1968
JAPÓN, LO BELLO Y YO
En primavera florecen los cerezos; en verano el pájaro cuclillo. En otoño, la luna; en invierno, la nieve clara, fría. La luna invernal brota de las nubes para ser mi compañía. El viento es cortante: la nieve es fría.
Dedico este post a Arakis como regalo de cumpleaños.
Señor legislador de la ley de 1916, aceptada por el decreto de julio de 1917 sobre estupefacientes, eres un cretino.
Tu ley no sirve más que para fastidiar la farmacia mundial sin beneficio para el nivel toxicómano de la nación porque:
1. El número de toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias es mínimo.
2. Los verdaderos toxicómanos no se aprovisionan en las farmacias.
3. Los toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias son todos enfermos.
4. El número de toxicómanos enfermos es mínimo comparado con el de toxicómanos por placer.
5. Las restricciones farmacéuticas de la droga no molestarán jamás a los toxicómanos voluptuosos y organizados.
7. Siempre habrá toxicómanos por vicio de forma, por pasión.
8. Los toxicómanos enfermos tienen sobre la sociedad un derecho imperecedero, que se les deje en paz.
Es, sobre todo, una cuestión de conciencia.
La ley de estupefacientes pone en manos del inspector-usurpador de la salud pública el derecho de disponer del dolor de los hombres; es una pretensión singular de la medicina moderna el querer dictar sus reglas a la conciencia de cada uno. Todos los balidos de la carta oficial no tienen poder de acción frente a este acto de conciencia: más aun que la muerte, yo soy el dueño de mi dolor. Todo hombre es juez, y juez exclusivo, de la cantidad de dolor físico, y de la vacuidad mental que pueda soportar honestamente.
Lucidez o inlucidez, hay una lucidez que ninguna enfermedad podrá quitarme, es la que me dicta el sentimiento de mi vida física. Y si yo he perdido mi lucidez, la medicina no tiene otra cosa que hacer más que darme las sustancias que me permiten recuperar el uso de esa lucidez.
Señores dictadores de la escuela farmacéutica de Francia, sois unos pedantes roñosos; hay una cosa que debería medir mejor: que el opio es esa imprescindible e imperiosa sustancia que devuelve a la vida de su alma a quienes tuvieron la desgracia de perderla.
Hay un mal contra el cual el opio es soberano, y ese mal se llama Angustia, en su forma mental, médica, psicológica, lógica o farmacéutica, como quieran.
La Angustia que hace locos. La Angustia que hace suicidas. La Angustia que hace condenados. La Angustia que la medicina no conoce. La Angustia que vuestro doctor no comprende. La Angustia que lesiona la vida. La Angustia que rompe el cordón umbilical de la vida.
Por vuestra inicua ley ponéis en manos de personas irresponsables, cretinos en medicina, farmacéuticos cochinos, jueces fraudulentos, doctores, comadronas, inspectores-doctorales, el derecho a disponer de mi angustia que es tan aguda como las agujas de todas las brújulas del infierno.
Temblores del cuerpo o del alma, no existe sismógrafo humano que permita llegar a una evaluación de mi dolor con precisión, que aquella, fulminante, de mi espíritu. Toda la azarosa ciencia de los hombres no es superior al conocimiento inmediato que puedo tener de mi ser: Yo soy el único juez de lo que está en mí.
Volved a vuestros graneros, médicos hediondos, y tú también, Señor Legislador Moutonnier, que no deliras por amor a los hombres, sino por tradición de imbecilidad. Tu ignorancia de lo que es un hombre, sólo es igual a tu estupidez al pretender limitarlo. Yo te deseo que tu ley recaiga sobre tu padre, tu madre, tu mujer y tus hijos, y toda tu posteridad. Y ahora me trago tu ley.