Como ya os conté hace tiempo, cada dia soy mas consciente de la importancia de una alimentación adecuada.
Es un tema que cubre muchas áreas, muchas mas de las que en un principio aparenta.
Tengamos en cuenta que no solo es cuestión de lo que sienta bien a mi cuerpo físico sino que si la dieta es demasiado estricta y no se adapta a mi modo de vida, me puedo poner de mal humor o nerviosa o volverme loca y estas no son opciones.
O sea, rigidez fuera.
Evidentemente lo que escribo aquí está basado en mi propia experiencia.
Lo más difícil fue poder encontrar un sistema, un método en el que basarme.
Probé varios regímenes, algunos excelentes pero me complicaban la existencia teniendo en cuenta que:
_no me gusta cocinar
_quiero que mis hijos estén contentos con la comida
_disfruto comiendo fuera de casa de vez en cuando
Así que cuando llegué al momento actual mi alimentación era ecléctica.
Desde que empecé a visitar a la doctora Vedugo Araluce empecé a comer siguiendo los sabios consejos de la medicina ortomolecular comprobando lo bien que me sentaba y poco a poco fui afinando el tema hasta que me he dado cuenta de que lo que mejor me sienta en todos los sentidos importantes es, desde la base de la nutrición ortomolecular, la que se adapta a mi grupo sanguíneo que es el 0 positivo.
La descripción que hace el doctor Peter J. D'Adamo sobre la personalidad de la gente que pertenece al grupo 0 positivo es tan exacta que produce escalofríos.