Pocas mujeres conozco que no tengan quejas de sus parejas, maridos, hijos varones...y de los hombres en general.
A mi me gustan algunas cosas de ellos y tanto he tratado de imitarles en su supremo egoismo que me he vuelto casi como un hombre con la diferencia de que no voy detrás de las mujeres intentando que satisfagan mis caprichos.
Ser single es una elección personal.
Yo la tomé cuando cumplí 50 años, ya había tenido muchas experiencias y sabía que el amor humano es como un caramelo que antes o después sabe amargo.
Además yo no sé hacerlo bien, me dejo manipular, me obsesiono, me puede, no sé gestionar mis emociones.
El celibato te hace libre.
Yo he dejado muchas cosas en esta vida, cosas difíciles, drogas duras, tabaco... y de lo que mas me alegro es de no tener relaciones amorosas con hombres.
Reconozco que con algunas parejas he tenido mucha suerte, hombres guapos, inteligentes, que me trataban como a una diosa pero al final yo me convertía en un felpudo por complacerles.
La única relación que conservo y mimo es la que tengo con mi Maestro porque me satisface plenamente, me da seguridad en mi misma y me siento amada incondicionalmente.
He tenido mucha suerte con mis hijos varones, doy gracias al cielo, porque son encantadores ambos, no podría criticarles porque casi no tienen defectos y para ellos no me importa cocinar y poner lavadoras, les quiero tanto...nunca me dan disgustos y tienen el mejor carácter del mundo.
Yo creo que tener buen carácter es lo mas importante para tratar con las personas.