A pesar de la lluvia torrencial que caía sobre Bilbao, entusiasmada ante la idea de escuchar a mi idolatrada
MIEKE BAL, protegida con mi sombrero-paraguas en la cabeza, mi muleta en una mano y la derecha libre para echar una mano si alguien la necesita, como recomendaba Oteiza, me dirigí al barroco
Guggy Bilbao, cámara en riestre para poder informar a mis seguidores de lo que allí iba a suceder, una oportunidad extraordinaria, Mieke hablando de
ANACRONISMOS, mi tema favorito.
Tras contemplar emocionada la exposición de los holandeses y la instalación de Mieke, con un síndrome de Sthendal que me produjo llanto contenido, entré en el auditorio, elegí el mejor sitio, bajando a trancas y barrancas esas escaleras que Gehry todavía no consigue hacerlas a la medida del ser humano (de las de la entrada ni hablo, divinas para que bajen las aguas del gran Bilbao) y me dispuse a disfrutar de la conferencia de
Mieke, ya que cada palabra que sale de su boca es oro, al mismo tiempo que con mi discreta cámara de video, silenciosa, humilde y discreta, empecé a grabar sus palabras en un perfecto castellano.
Poco duró mi dicha: amablemente fuí invitada a cumplir la prohibición de grabar, cosa nueva para mi, ya que he grabado muchísimas conferencias y mesas redondas en ese auditorio.
Cuando proclamé lo lamentable de la situación, me ofrecieron darme un CD con la grabación que estaban haciendo desde la cabina, a la cual, posiblemente solo tenga acceso yo y se quede guardada en los ficheros del Guggenheim Bilbao.
Al salir me pidieron mi nombre y mail.
Todo sucedió discretamente y con mucha educación.
No hubo necesidad de recurrir a los
Beltzas.
Reprimir la libertad de expresión es fácil ¿qué podía hacer?
Algunos videos que he sacado en el Auditorio del Guggenheim Bilbao sin restricciones:
música: 001 Suite No.4, I. Prélude
Henk Van Twillert Bach: Cello Solo Suites - Saxophone Version