Por fin ha llegado el santo advenimiento: me han quitado el tornillo que andaba suelto en mi rodillita causando molestias e impidiéndome desarrollar el quadriceps para andar alegremente.
Ya me he desprendido de una cosa que me sobraba, ha sido como quitarme una piedra en el zapato.
Ahora solo tengo que estar en reposo hasta la semana que viene que me quitarán los puntos y disfrutar de una tranquilidad sin límites.
Ha sido tan larga la espera y tanto lo que me ha perjudicado que aunque solo era un tornillo parecía una fábrica de tornillos porque me impedía andar y los últimos meses ya me costaba hasta salir a la calle.
Así que estoy contenta.
Todavía me queda un largo camino por recorrer, me gustaría encontrarme bien sin tomar medicación y fortalecer la pierna hasta llegar a hacer una vida normal en la que ducharme no resulte un suplicio y salir a la calle tampoco.
Todo se irá desarrollando e iré viendo lo que puedo hacer para mejorar entre mi traumatólogo Iñigo Martín Egaña y mi quiropráctico Adrián en quienes confío plenamente.
Hola Blanca: Soy Carmen. Me alegro de que ya hayas pasado el tormento. Ahora, aunque te espere un camino difícil por lo menos esperemos que cada día que pase sea un paso hacia delante y que el clavo que has dejado en el hospital vaya dulcificando tu vida.Amén.
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