Sinceramente creo que lo mejor que tenemos en Bilbao es el metro de Sir Norman Foster.
Reconozco que tengo una especial predilección por este arquitecto, me gusta como arquitecto y como ser humano.
Agradezco que trabaje con un maestro de Feng Shui, a quien respeta tanto que cuando estaba construyendo el Banco de Hong Kong, Foster había diseñado la escalera para acceder a los pisos superiores directamente enfrente de la puerta, por lo que el maestro de Feng Shui le aconsejó ponerla en un costado, ya que en esa posición podría escaparse el dinero.
Sin dudarlo, Foster accedió a cambiar la posición de la puerta.
El metro de Bilbao es un auténtico capricho para los que lo utilizan a menudo, es práctico, estético, limpio, cómodo, muy bien pensado, rápido... un lujo para los bilbaínos y para los visitantes.
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