Para ver el magnífico documental sobre Marina Abramovic, pinchar aquí.
Tanto su vida, como su trabajo y ella misma son tan interesantes que incluso para las personas que no están inmersos en el mundo del arte y de la performance, puede tener un atractivo magnético conocer la obra de Marina, puesto que además de artista, lo que organizó en el MOMA es un fenómeno sociológico, que impulsaba a la gente para pasar noches enteras en la cola del museo para tener acceso a mirar y ser mirado/a por Marina, creando en las personas una experiencia única que les hacía sentir emociones tan fuertes que llegaban al llanto.
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