domingo, junio 09, 2013

plentzia








Imposible matar la ideas.
Imposible eliminar la poesía.
Derrumban edificios, anulan proyectos, encarcelan idealistas, adoran al becerro de oro, encadenan a los justos, calumnian a los limpios de corazón, pero amigo, nunca matarán los ideales ni impedirán que piensen los filósofos y que sueñen los poetas.


Aprovechando un minuto en el que sentí la caricia del sol me fui a la bella villa marinera de Plentzia.
Y mientras preparaba mi Samsung Galaxy Ace 2 para sacar una fotos a las únicas casitas de pescadores que quedan en pie, se me acerca un plenciano con aspecto de haber sido marinero y me pregunta:

¿para qué sacas fotos?

Contesto : porque me gustan estas casas ¿por qué me lo preguntas? ¿son tuyas?

Y él me dice: No, son de éstos (señalando a otros dos que estaban sentados en la terraza del bar del puerto) que están desahuciados.

Al oir esa palabra me quedé de piedra pero enseguida me aclararon que eran las casitas las que estaban desahuciadas.

Pregunté: ¿os molesta que saque fotos?

No, es que creíamos que eran los del desahucio.

No no, yo no soy de nada, saco fotos porque me gustan.

Bien bien, cuélgalas en internet si quieres...

(no sabían bien lo pronto que les iba a obedecer)

Vuelvo al trabajo y de repente me gritan:

¿Por qué no nos sacas a nosotros?

Y yo contesto: Hoy solo a las casas y no me distraigas por favor.

Luego ya en casita pensé:
Quizás debía de haberles hecho fotos.
Eran rostros interesantes curtidos por los años, la mar y el vino.


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