viernes, enero 07, 2022

CUATRO MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y CUATRO

 





Agradezco al psiquiatra Rovira que me hizo saber que solo soy uno más de la fila.

No recuerdo lo que pensaba antes de saber eso, no obstante sé que se me abrió la cabeza y entendí que era verdad y estoy muy contenta de haberlo sabido a tiempo, antes de seguir paseándome por la vida como si fuera un pavo real..

Lo he experimentado una vez más al oír hablar del asunto del tenista serbio Novak Djokovic que es el mejor tenista del mundo y ha conseguido entrar en Australia y no puede quedarse allí porque él también es uno más de la fila aunque ni siquiera su padre lo sabe.

No debe ser fácil ser consciente de que los seres humanos estamos y somos todos muy limitados.

A mí me cuesta mucho ser humilde, santa Teresa decía:

La humildad es la verdad.

Después de un leucemia no me queda más remedio que ser humilde, si eso es lo que he aprendido, doy gracias a Dios porque considero que solo se puede ser feliz siendo humilde.

El tema de la humildad me interesa muchísimo, probablemente porque he tenido problemas serios de soberbia y todavía tengo tendencia aunque enseguida me doy cuenta de que no estoy en condiciones de creerme nada, excepto que soy una más de la fila, maravillosa frase que me ayuda a parar en seco cuando mi ego aparece. 

Solamente una vez en la vida experimenté la humildad profunda y verdadera, era la felicidad absoluta, no me sentía merecedora de nada, el hecho de que una persona me saludara me hizo sentir agradecimiento.









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