He vivido en muchos sitios y aquí, en Getxo, estoy contenta.
Es un municipio muy ecléctico.
Parece mentira que un espacio tan reducido pueda albergar realidades sociales que abarcan un amplio espectro.
Me recuerda a Los Angeles en pequeño y en menos exagerado.
La calidad de vida es alta y a pesar de que aparentemente es un desierto cultural, cuando vas conociendo los entresijos de cada lugar, puedes encontrarte con sorpresas muy agradables.
Por ejemplo yo, ahora he empezado a participar en un taller de escritura y literatura cuyo profesor es
Iñigo Larroque, hijo de Begoña Aranguren, escritora, periodista y amiga.
Recuerdo a Iñigo de pequeño, alguna vez que estaba cenando en casa de sus padres, me escribía pequeños versos y disimuladamente me los entregaba por debajo del mantel. Ya se vislumbraba en él su faceta poética.
Yo no tengo grandes aspiraciones pero me gustaría sentirme mas suelta y segura cuando escribo en el blog.
Mi vocabulario es corto, no me vienen los sinónimos por lo que cometo pleonasmos por no molestarme en
googlear, mi ritmo no es ligero, y otra cosa que me encantaría corregir es hablar en segunda persona del verbo.
Escribir requiere un aprendizaje directo, no es suficiente leer mucho, yo necesito un profesor y creo que he encontrado exactamente el que necesitaba: estoy contenta.
Me quedé gratamente sorprendida cuando algunos alumnos que llevan tiempo con Iñigo, leyeron sus relatos; sensibilidad, entretenidos, profundos, desde el corazón y bien escritos.
Prefiero esforzarme en mejorar mi escritura que en la técnica informática ya que ésta solo me interesa como medio de comunicación.
Con todos esos paisajes puedes inspirarte a pierna suelta.
ResponderEliminarEnhorabuena y animo con tu nueva andadura literaria
Tienes razón, vivo en un lugar muy inspirador.
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