domingo, abril 22, 2012

EL BURKA











Hablar del burka son palabras mayores.
Yo ni siquiera me atrevo a opinar, necesitaría información y un trabajo de campo que no voy a hacer.

Me limitaré a contar mi propia experiencia. Ya lo hice en una performance que publiqué en YouTube y me la robaron impunemente.

Pues bien, estábamos en carnaval y en aquel tiempo mi queridísima y admirada Marcela regentaba un bareto al que yo acudía con frecuencia.
Ante su entusiasmo preparando su fiesta de carnaval, me animé a disfrazarme con intención y lo hice vestida de mujer afgana con burka; todo negro, lo hice con uno de los vestidos del estilo Punjab que me hacían a medida en Delhi.
Acudí al Gogó que estaba abarrotado de gente y de repente imperó un silencio seguido de murmullos siseantes preguntándose disimuladamente los unos a los otros ¿quien es?
Nadie sabía quien era, yo no se lo había contado a nadie.
Pedí mi copa y la camarera me reconoció pero calló para mantener la incógnita.

Apareció un cliente habitual recién separado que bebía mas de la cuenta y envalentonado se me acercó mas de la cuenta, me habló, me inspeccionó, me miró los pies para asegurarse de que era una mujer y cuando exasperado ante mi silencio, no pudo controlar su curiosidad e intentó levantarme el velo para verme la cara.

Inmediatamente me marché sintiendo una vez más la impotencia de ser mujer que tantas veces he sentido en mi vida sin necesidad de llevar un burka.

Creo que es necesario que todos hagamos un gran esfuerzo para elevar a la mujer al lugar que le corresponde en todos los ámbitos de la existencia.

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