Mi familia es numerosa y en general bien avenida.
Hasta los 13 años que me mandaron interna me sentía muy querida y protegida y creía que mi familia era lo mas importante del mundo para mi, incluso mas que mis amigas, los estudios... pero en el internado comprendí que yo estoy sola en este mundo y que aunque en los asuntos importantes tenía las espaldas cubiertas, había dejado de ser Blanquita para convertirme en un ser humano que necesitaba trabajarse la vida de cada día, merecerme el cariño de la gente, estudiar para aprobar, buscarme la vida, cosa nueva para mi y saber que mientras yo estaba en el colegio mi familia seguía su ritmo de vida sin necesidad de mi presencia.
Toso eso me llevó a distanciarme de mi familia y aunque seguía queriéndoles muchísimo, me organicé un mundo propio que ha ido creciendo y ahora ya es una fortaleza inasequible rodeada por un foso muy profundo y sin puentes levadizos.
Dentro de mi está todo lo que necesito y es de una calidad excelente, la horma de mi zapato.
Yo creo en que cada ser humano es mas listo de lo que aparenta y sabe organizarse desde pequeño, pero si encuentras a alguien que te hace las cosas pues ni tan mal.
Yo puedo pasar de la inutilidad absoluta a hacer una proeza si la necesidad lo requiere.
Me gusta que me dejen en paz e intento dejar a los demás en paz.
A veces puedo resultar un poco pesada con mis hijos, pero me dijo una terapeuta argentina muy sabia, que eso es natural y no se debe cambiar:
"córtate las uñas"
"no hables con la boca llena"
"límpiate los zapatos"
Ahora que mis hijos mayores son mayores que yo, a veces me da vergüenza corregirles y son ellos los que me corrigen a mi.
Y yo me callo como una bendita porque detesto discutir.
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