Bendigo la suerte que me invita a pasar las mañanas de los jueves en Castro_Urdiales.
Habiendo pasado toda la semana en Getxo bajo un cielo encapotado agradezco vislumbrar un cielo azul limpio, glorioso, radiante y majestuoso.
Y la mar que hoy andaba picada gracias a una brisa fuerte que me acariciaba suavizando el bochorno que provoca el viento sur.
Y estar con Lee que hace magia.
Y encontrar viejos conocidos con los que fluye la conversación alegremente ya que todos estamos en la misma tesitura: queremos dejar de sentir dolor.
Y hablamos de nuestras mejorías y nos entendemos y nos alegramos mientras las agujas clavadas en nuestras manos hacen su trabajo.
Unas agujas perfectamente colocadas por Lee.
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