Hace poco os contaba mis épocas de recorrerme los campos de Bizkaia para visitar caseríos y luego pintarlos en mi estudio sobre caballete.
En esa época exponía en Madrid, Galería U98 y tenía tanto éxito que no pude soportar el estrés que me producía, así que una mañana tempranito, llamé a Barajas, reservé un avión y volví a la aldea en donde vivo tranquila, serena, cerca de los mios y poco a poco fui bajando las exposiciones y centrándome en lo que realmente me apetecía hacer.
Me deshice del caballete, encargué las grandes mesas horizontales y decidí pintar de una manera neta relacionada con mi propia visión simplificando al máximo y basándome en la luz y la sombra.
Luego me obsesioné con las rayas y terminé pintando rayas grandes en lienzos pequeños y pequeñas en lienzos grandes.
Mas tarde tapé todos los cuadros con Gesso y me fui a California.
Me integré rápidamente, me quité el peso europeo, hice voluntariado, fui a la universidad, tenía un marchante, exponía mis STAPLING, conocí gente de todo el mundo, conducía por LA como una angelina y cuando pasaron tres años volví a Europa empezando por Barcelona, en donde hace un frío insoportable en invierno, así que decidí volver a mi pisito de Neguri en donde me aburguesé alegremente.
Y aquí sigo, desde mi madriguera lanzando al cyberespacio mis performances, mi autobiografía y casi toda la información que me llega ya que me encanta comunicarme.