Lo que me molesta de estar gorda es que es evitable pero yo no doy el paso para cuidarme un poco y ponerme en un cuerpo el el que me sienta segura.
Por ejemplo, ser mayorcita es inevitable y disfrutable, así que no solo lo acepto con regocijo sino que lo disfruto incluso con alegria y permisividad.
Si quisiera también podría tener complejo de nariz exagerada y que crece conmigo y sin embargo jamás se me ha pasado por la cabeza un pensamiento al respecto; la verdad es que llevo mi nariz con cierto orgullo, sobretodo cuando vivía en Los Angeles; las únicas que teníamos narices especiales éramos Barbara Streisand y yo, y doy fe que en la realidad ella es mucho mas guapa que en el cine.
Solía verle cuando iba a buscar a mi hijo al Guido's, restaurante en el que trabajaba de busboy; es un restaurante italiano cuyo manager era español y es muy discreto, siempre van las celebrities porque les tratan bien y no hay fotógrafos.
A mi hijo la poli le quitó la furgoneta y durante una larga temporada no me quedaba mas remedio que dejarme caer en el Guido's para esperar a que mi niño terminara su trabajo, así que yo en la barra, esperaba y me divertía hablando en español con el malagueño cuyo nombre no recuerdo, mientras me cruzaba con los artistas.
Respecto al cuerpo, esa es mi pelea.
Lo primero que me aconsejan para hacer cualquier régimen es dejar el alcohol y no me apetece nada.
Rubens encontraría mi cuerpo encantador porque mis proporciones son correctas.
Todo empezó cuando dejé de fumar, esa fue mi perdición, pero por lo menos ya no toso ni tengo bronquitis ni huelo a tabaco ni tengo que estar en la calle bajo la lluvia y pasando frío como hacen los que fuman. Lo considero muy sacrificado
Yo pido un milagro al universo: Adelgazar comiendo y bebiendo lo que me apetezca.
Yo creo firmemente en los milagros.