El proceso de la relación con mis amigos en FB es similar al de mi vida.
Empecé pidiendo y dando amistad en cantidad.
No reparaba en detalles.
No sabía bien de qué se trataba ni como funcionaba.
A medida que voy prestando atención y tiempo la importancia de FB crece y hace que distinga el trigo de la paja. Lo que me interesa de lo que no me interesa y también aquello con lo que no quiero encontrarme.
Gracias al interés que pongo en los posts de los otros y estos en los míos estoy teniendo unas conversaciones interesantísimas.
No solo yo hago mi selección.
Mis seguidores, antaño legión, se esfuman y disminuyen a medida que notan mi idiosincrasia.
Bien es cierto que otros se acercan que son de mi calaña, artistas, librepensadores, defensores de los escraches, de Ana Colau, de Snowden...
Cuando mas noté que muchos huían despavoridos es cuando murió Hugo Chávez y vieron que yo le quería.
Me hizo gracia.