Mi vida y mi trabajo siempre han ido juntos, entremezclados, por eso cuando mis hijos eran pequeños y requerían mi atención constante, para poder expresarme mientras estaba con ellos, les utilizaba como modelos:
les dibujaba del natural, les fotografiaba, les filmaba, les pintaba, incluso esculpí sus cabezas en barro cuando Vicente Larrea nos daba clase de escultura en BBAA.
También les enseñaba a disfrutar de la música que a mi me gustaba: Frank Zappa era el favorito de mi hijo Carlos.