Lo bueno de saber que todo está dentro de mi es que esté donde esté, tengo todo lo que necesito para ser feliz y disfrutar de la vida.
Así, mientras mi yo virtual se pasea por Australia, yo estoy en mi estudio actualizando mis blogs y mis cartones autobiográficos.
Cada dí me encuentro mejor, yo creo que el tratamiento PRFC ya ha empezado a hacerme efecto y lo mas importante es que se me ha quitado el susto.
He pasado un verano asustada ante la incertidumbre de lo que se avecinaba.
A pesar de que mi traumatólogo me había dicho que eso era lo que me convendría, como no entraba en la SS, pensé que me resultaría inaccesible.
Sin embargo, aconsejada por un buen amigo traumatólogo llamé al Doctor Herrero que me hizo un presupuesto que se ajustaba a mis posibilidades.
Cuando ya tenía la cita concertada, se presentó un problema:
Desde hace muchos años tengo el virus de la Hepatitis C y aunque no me molesta porque no está desarrollado, el doctor me dijo que tendría que consultarlo porque los factores de crecimiento no le gustan al hígado.
Tras los análisis y una radiografía que reveló un nuevo problema, el doctor consideró que no había demasiado riesgo, aún así, tuve que firmar un papel confirmando que recibiría el tratamiento bajo mi responsabilidad, lo cual no supuso nada para mi.
Si algo sale mal ¿qué mas me da quien tenga la culpa? Lo importante es que todo salga bien y hasta ahora nadie ha tenido problemas.
Pues bien, ya solo me quedan dos martes que no me asustan absolutamente nada.