Ya he empezado el tratamiento.
La verdad es que estaba bastante asustada, lo desconocido me produce temor.
Ha sido largo pero llevadero y además ahora sé en qué consiste y desde luego no es el fin del mundo.
Primero me han sacado 10 tubos de sangre con mucha destreza.
Luego, durante dos horas han manipulado mi sangre metiéndole los factores de crecimiento.
Cuando he recogido lo que se suponía que era mi sangre, se había convertido en 3 0 4 tubos de un líquido amarillento que el doctor Herrero me ha inyectado en la rodilla con sumo cuidado; dolía un poco pero en peores plazas he lidiado.
Ahora estoy contenta porque he perdido el miedo a los dos próximos martes que me faltan.
Me ha contado el doctor que los resultados son fantásticos.
Un señor mayor que casi no podía subir escaleras ha empezado a ir al monte y a disfrutar de la vida, le quiere hacer un monumento.
Si me quita el dolor yo también le haré un homenaje.
Bien!!!
ResponderEliminarSi no fuera por ti ¡qué sola me sentiría!
ResponderEliminarYo también te acompaño y te deseo que todo vaya más que bien. Enseguida podrás caminar normalmente.
EliminarDios te oiga.
ResponderEliminarSoy Carmen. Voy con retraso con respecto a lo de tu tratamiento porque aún acabo de leerlo.Pero ya me has alegrado el día viendo lo esperanzada que estás.No sabes cuanto deseo que te vaya bien...Estoy en el pueblo, a 50 km del colegio donde doy clase, así que ya me tienes chupando carretera todos los días.En compensación, mi hermano va mejorando a pasos agigantados y yo creo que pronto lo podremos dejar solo, a su aire, como estuvo casi toda su vida, sobre todo desde que se le murió su única hija hace 14 años. Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo para seguir adelante con el tratamiento, Blanca.
ResponderEliminarYa te echaba de menos mi queridísima amiga.
ResponderEliminarLa verdad es que tu familia y la mía parece que llevamos la tragedia en la sangre..
Dicen que a nadie se le da mas de lo que puede soportar pero la verdad es que llega un momento en que te sientes cansada.
Yo, como dices, sigo luchando con mi pierna y mi madre sigue igual, no está mal, yo creo que llegará a centenaria.
Me alegra que tu hermano haya salido adelante.