La mesa redonda, laboratorio 3, que tuvo lugar ayer en la sala Rekalde de Bilbao, fue una auténtica delicia para los amantes del arte, la cultura y sobretodo la paz. Todo se desarrolló amablemente. Cada ponente hablaba de lo que sabía, de sus propias experiencias, sin pretensiones. Realmente, al terminar, yo que suelo tener preguntas y reivindicaciones, no tuve más remedio que felicitar a los ponentes porque nos deleitaron con su sabiduría y humildad. Eso es una verdadera obra de arte. El público estaba extasiado, mudo.
¿Por qué vivo en la colina verde-jade? Río y no respondo. Mi corazón sereno: Flor de durazno que arrastra la corriente. No el mundo de los hombres, bajo otro cielo vivo, en otra tierra.
Mira, los humanos de espaldas. Si Dios existe ésta su forma y de este modo? Todo árbol tiene un delante y un detrás. No necesariamente por culpa de la luz del sol. No necesariamente por el Norte y por el Sur. Cruzo su delante y encuentro el árbol, cruzo su detrás y me despido de él y ya me falta, ese árbol. No tiene palabras, el árbol, pero siente palabras de amor, tiende más hojas al soplo del viento. Las hojas del nuevo año son aún más verdes. Y cuando el verano haya pasado destellará allí, con un rojo de fuego que nadie podrá nunca igualar. Con un rojo de fuego al que ningún final de una amistad humana podrá extinguir.
Sri Jayadeva Gosvami advino en el siglo once (trescientos años antes del advenimiento del Señor Chaitanya) en Kendu-bilvagram, distrito de Birhum. Su padre fue Bhojadeva y su madre Bama devi.
Jayadeva Gosvami fue un erudito en sánscrito y el autor del Gita-govinda, un poema sobre los pasatiempos de Radha y Krishna. Algunos de sus contemporáneos lo llamaban la encarnación de la melodía.
El Señor Chaitanya apreciaba oír el Gita-govinda cantado por sus asociados íntimos. Hasta el día de hoy este poema es recitado diariamente en el templo del Señor Jagannatha, en Jagannatha Puri, Orissa.
Jayadeva Gosvami también fue el autor del famoso Dasavatara Stotra.
Manuscritos de Jayadeva Gosvami
(vivió tres siglos antes de Sri Caitanya, en Navadvipa). Escribió el Gita-govinda y el Desa-avatara-stotra).
Sri Dasavatara-stotra (del Gita-govinda) por Jayadeva Gosvami
(1) pralaya-payodhi-jale dhrtavan asi vedam vihita-vahitra-caritram akhedam kesava dhrta-mina-sarira jaya jagadisa hare
(1) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de un pez! ¡Toda gloria a Ti! Tú actuaste como una ágil nave en la forma de un pez gigante, tan solo para proteger los Vedas, que se habían hundido en el turbulento mar de la devastación.
(2) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de una tortuga! ¡Toda gloria a Ti! En esta encarnación de tortuga divina Tu gigantesca espalda sostuvo la gran montaña Mandara como un pivote para batir el océano de leche. Desde que sostuviste la gran montaña, en Tu espalda hay una gran concavidad, que ha alcanzado gran gloria.
(3) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de un jabalí! ¡Toda gloria a Ti! La Tierra, que se había hundido en el océano Garbhodaka en el fondo del universo, se sostiene fija en la punta de Tu colmillo, tal como una mancha en la Luna.
(4) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma mitad hombre-mitad león! ¡Toda gloria a Ti! Con la facilidad con que despedazamos una avispa entre las uñas, tus hermosas manos de loto han abierto el cuerpo de avispa del demonio Hiranyakasipu con sus afiladas uñas.
(5) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de un brahmana enano! ¡Toda gloria a Ti! ¡Oh enano maravilloso!, con Tus colosales pasos engañaste al rey Bali, y con el agua del Ganges, que emanó de las uñas de Tus pies de loto, liberas a todos los seres vivientes de este mundo.
(6) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de Bhrgupati [Parasurama]! ¡Toda gloria a Ti! En Kuruksetra bañaste la tierra con los ríos de sangre de los cuerpos de los ksatriyas demoníacos que mataste. Tú limpias los pecados del mundo, y con ello la gente se libera del ardiente fuego de la existencia material.
(7) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de Ramacandra! ¡Toda gloria a Ti! En la batalla de Lanka, Tú destruíste al demonio Ravana, de diez cabezas, y distribuíste sus cabezas como una placentera ofrenda a las deidades que encabezadas por Indra, gobiernan las diez direcciones. Todos ellos, a quienes este monstruo perjudicaba, deseaban desde hacía mucho esta acción.
(8) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de Balarama, que utiliza un arado! ¡Toda gloria a Ti! Sobre Tu brillante cuerpo blanco llevas ropas del color de nube azul recien formada y cargada de lluvia. Estas ropas tienen el mismo tono oscuro del hermoso río Yamuna, que siente gran temor al golpe de la reja de Tu arado.
(9) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de Buddha! ¡Toda gloria a Ti! ¡Oh Buddha, de corazón compasivo!, Tú censuraste la matanza de pobres animales que se ejecutaba de acuerdo con las reglas del sacrificio Védico.
(10) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado la forma de Kalki! ¡Toda gloria a Ti! Tú apareces como un cometa y llevas una espada aterradora para desencadenar la aniquilación de los impíos hombres bárbaros al final del Kali-yuga.
(11) ¡Oh Kesava! ¡Oh, Señor del universo! ¡Oh Señor Hari que has adoptado estas diez encarnaciones! ¡Toda gloria a Ti! ¡Oh, lectores!, por favor escuchad este himno del poeta Jayadeva, que es de los más excelente, una fuente de felicidad, una fuente de felicidad y de todo lo auspicioso en este oscuro mundo.
(12) ¡Oh, Señor Krshna!, Te ofrezco mis reverencias a Ti que apareciste en las formas de estas diez encarnaciones. En la forma de Matsya rescataste los Vedas, y como Kurma cargaste en Tu espalda la montaña Mandara. Como Varaha, levantaste la tierra con Tu colmillo, y en la forma de Narasimha desgarraste el pecho del daitya Hiranyakasipu. En la forma de Vamana engañaste a Bali, el rey daitya, pidiéndole tan sólo tres pasos de tierra, y Le quitaste el universo entero al expandir Tus pasos. Como Parasurama, Tú matas a todos los ksatriyas malvados, y como Ramacandra derrotaste a Ravana, el rey raksasa. En la forma de Balarama, Tú llevas un arado con el que sometes a los malvados y atraes hacia Ti al río Yamuna. Como el Señor Buddha, muestras Tu compasión por todos los seres vivientes que sufren en este mundo, y al final de Kali-yuga apareces como Kalki para confundir a los mlecchas [hombres degradados y de baja clase].