Debido a mi insaciable curiosidad que me hacía dar mas vueltas que un tiovivo para aprender, saber, conocer... cuando me quedé limitada por las muletas, a pasar de no viajar seguía yendo a los museos y galerías de Bilbao pero poco a poco mi rodilla se fue desgastando y cargar el peso en ella se iba poniendo difícil por lo que poco a poco dejé de salir y al mismo tiempo se quemó mi coche, lo cual no me importó nada porque ya no lo necesitaba.
Ahora tengo un amigo que me hace de chófer por un precio módico y me gusta mucho mas tener chófer que coche.
También me hace los recados y es muy inteligente, puntual y de toda confianza: posee dos cualidades que para él son sagradas:
_cumplir la palabra
_la puntualidad
Casi siempre terminamos discutiendo porque él no cree en la física cuántica, y yo reconozco que al final siempre relaciono todo con ella.
Lo bueno que tiene es que como nos conocemos tanto, cuando se pone a hablar de sus conocimientos de medicina alopática (está terminando la carrera de medicina que abandonó cuando era joven) le escucho con la boquita cerrada y pienso en mis asuntos, o sea que no me altera, aunque me gustaría que pusiera interés en aprender porque cuanto mas se sabe mas se disfruta de la vida y la física cuántica es un tema que nos concierne demasiado como para no tenerlo en cuenta.
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