El proceso para seriar el libro que voy a presentar en el proyecto de las MIGRACIONES, me está haciendo pasar por toda clase de fases.
He tenido que discurrir muchísimo para poder hacerlo a mi manera.
Hay algo en mi que se resiste a hacer las cosas como se supone que se deben hacer, me gusta inventar, resolver el problema.
Así que recuerdo el día de ayer como algo de ese estilo que les pasa a los demás pero que yo hacía tiempo que no recordaba haber sentido.
Ya desde la mañana empecé con ilusión a concebir el proceso y así, poco a poco iban saliendo cosas muy bonitas, que se adecuaban a mi estilo y que me sorprendían.
Esto suele pasar cuando ya el proceso toma las riendas y es él mismo el que conduce el proyecto.
Pues bien, me hallaba ya en ese momento mágico de asombro y encantamiento cuando se me terminaron todas las tintas de la impresora las cuales había ido cambiando sucesivamente.
De repente, de la euforia máxima pasé a un estado de falta de energia que parecía que me faltaba la vida. Pedí al cielo que viniera en mi ayuda y así lo hizo, trayéndome a domicilio una extraordinaria paleta de Guijuelo bien cortada ( supongo que ya sabréis que el jamón levanta el ánimo) , un recién hecho pan de chapata y una botella de Crianza de Bodegas Soroa.
Me puse las botas bien merecidamente y a la cama directamente a dormir la mona.
Así es la vida de algunos artistas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario