Ser mujer es una maravilla pero para poder apreciarlo hay que estar en la consciencia plena del ser. Fuera de éste punto, profundo, sutil y escurridizo, lo aparentemente relativo a la mística femenina adquiere un tono opaco y doloroso.
Personalmente no estoy interesada en alimentar el lado esclavo de la mujer.
He probado algunos estilos de comportamiento en el que tienen cabida las mujeres, solamente por ubicarme ya que yo me considero un ser humano encarnado en un cuerpo de mujer y como tal me asocio o me asocian… quiero decir que no me queda mas remedio que representar un papel y ya que el de mujer me viene dado, lo acepto y a partir de ahí glorifico mi experiencia al precio que haga falta.
Llegar a sentirme satisfecha no ha sido una camino de rosas; ha requerido un esfuerzo extraordinario y todavía hoy en día, aunque mis ideas están claras, tengo que replantearme constantemente los límites que protegen mi dignidad.
Blanca Oraa en Getxo (fecha indeterminada)
(texto empezado hace tiempo, no lo terminé y ahora no me apetece añadir nada, prefiero empezar otras cosas pero sigo pensando lo mismo).
Anterior a este texto escribí y antes todavía concebí mi manifiesto feminista.
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