Para empezar yo suprimiría la palabra "pobre" del diccionario; no demuestra ni significa nada bueno.
La única pobreza que existe es la de espíritu a la que es preferible no hacer caso sino eliminarla con el solo deseo de hacerlo.
Volviendo al tema que nos ocupa, tengo que decir que la ponencia de Isabel Moya ayer tarde fue no solo interesante sino además instructiva.
Ver la dignidad de un ser humano luchando para reivindicar sus derechos desde una silla de ruedas resulta como mínimo muy inspirador.
Para mas información ir a: www.mugarikgabe.org
Yo también estuve allí y ver a moya desde su silla con tanto coraje me impresionó bastanta.
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