SEGUIMIENTO DE MI EXPO_SILLAS DE BRIGHTON

Ayer fue un día encantador.
La gente responde ante mis cuadros y resulta alentador.
El procedimiento a seguir no es el de una exposición al uso en la que la gente reserva el cuadro que le gusta y cuando finaliza la expo lo recoge.
Aquí es diferente: Cuando alguien quiere un cuadro, lo paga y se lo lleva y yo cuelgo otro en su lugar. Es posible hacerlo así porque es un bar en donde no hay normas y puedo hacer las cosas a mi manera, además de que no tengo un límite de tiempo para descolgar.
Así que, ayer por la mañana ya empezaron a venir a recoger sus cuadros los actuales propietarios y por la tarde también.
En los huecos he colocado unas sillas de Brighton que hicieron las delicias de los presentes. La serie de las sillas de Brighton tuvo mucho éxito, de hecho ya solo me quedan estas ceras.
Tuve la gran dicha de que Begoña Aranguren, gran amiga a quien hacía tiempo no veía,
estaba en Bilbao y pude enseñarle mis cuadros además de disfrutar muchísimo de su compañía.
También pasaron por GOGO amigos de Bilbao que no habían podido venir a la inauguración.
De momento mi vida está centrada en la expo, todavía me quedan unas cuantas playas.
Me sorprendió observar que hay gente que cree que ya no existen los toldos en las playas actuales. Craso error. Yo voy de Ondarreta a Brihgton pasando por Zarauz y Deauville y contemplo extasiada esa cultura de playa que no ha perdido un ápice de su aparente decadencia y clasicismo que solo se encuentra en Europa.