Hay vivencias difíciles que son como ráfagas y estás intentando asimilar-comprender-aceptar la primera que te ha cogido desprevenida y viene otra más fuerte que empequeñece a la que parecía espantosa y luego viene otra mas leve que intenta una vuelta a la normalidad y luego ya es de noche y te das cuenta de que la vida sigue su curso como un río sin tener en cuenta lo que arrastra y yo me quedé perpleja contemplando esa fuerza maravillosa que acepta lo bueno y lo malo sin calificarlo.
Eso me pasó ayer.
Y experimento, una vez más que cuando Prem Rawat dice que el secreto está en aceptar, tiene razón.
Este post emana sabiduria.
ResponderEliminarQué bueno desayunar con estas hermosas palabras
@mar seco:
ResponderEliminarme quieres.