Lo que él me contaba poco tiene que ver con las profundas y metafísicas explicaciones que me encuentro cuando googleo, lo cual no me extraña porque yo misma, cuando intentaba descifrar el Quosque Tandem antes de conocer a Oteiza, no lo conseguía. Sin embargo, el día que conocí a Jorge en Fuenterrabía con motivo de su exposición en Txantxangorri, después de hablar con él largo y tendido, llegué a mi casa, abrí el libro y entendí todo (o casi todo).
¿por qué será que cuando conoces a la persona entiendes mejor su trabajo? Es como si te diera una linterna que alumbra lo que antes resultaba indescifrable.
Me ha pasado en varias ocasiones y siempre con gente cuyo mensaje es importantísimo.
De hecho me pasó con Prem Rawat, hablaré de ello en otra ocasión.
La pequeña escultura que muestro a continuación la compré en Madrid. Más tarde la vendí. Ya sé que resulta inexplicable pero yo me acepto como soy y ni siquiera me juzgo (me volvería loca si lo hiciera).
Al menos has tenido la suerte de disfrutarla (escultura) durante un tiempo y por lo que cuentas, te ayudó muchisimo.
ResponderEliminarY de conocer y entender a Jorge, ahi es todo
@mar seco:
ResponderEliminarYa, ésta escultura me ayudó pero la que de verdad me ayudó fué la grande, la de Barakaldo, esa me dió mucha fuerza; en realidad el que me ayudó fué Jorge que confió en mí.
Muy bonita escultura, muy bonito el montaje y la música.
ResponderEliminarAlucinante!
ResponderEliminarOteiza era un genio, el mejor escultor.
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