El propósito de mis viajes a India es poder asistir a los grandes eventos que se organizan para escuchar a Maharaji.
Hoy en día el ashram de Maharaji es un vergel, un oasis de pulcritud, belleza, comodidades y buena comida, pero en su día, cuando saqué las fotos, estaba empezando, vivíamos en grandes tiendas de campaña alfombradas con mosquiteros en la cama y protegidas del sol por sombrías telas oscuras.
La estética se palpaba en todos los detalles: los indios son estetas por naturaleza.Podías ver 2000 indias en fila y cada sari era diferente.
¡qué increíble!
ResponderEliminarparece de otra época.
que gozada ver a pizca, a isabel y a ti.
ResponderEliminarCuanta añoranza!
por favor ¿donde es eso? que primiyivo!
ResponderEliminarque ideal, no sabía que India era tan arcaico.
ResponderEliminarhe surfeado en el ashram, me ha gustado.
ResponderEliminar@mar seco:
ResponderEliminarYa comprendo que añores pero tu no conociste esos principios... era fuerte vivir de una manera tan austera.
vaya vaya ¡eso existe?
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