PASEO POR EL BOSQUE DE LIQUEN

No son muchos los que se atreven

“Deja que el león que hay en ti se arme de valor también. Deja que el cisne que hay en ti extienda sus alas y se eche a volar.” Maharaji

La dicha impregna el aire como un dulce perfume. Una dicha intemporal, sin mañana, sin hoy, sin ayer. Al tiempo no se le permite entrar, tiene la entrada prohibida; así es el mundo que fue creado para ti: abunda en dulzura, no está repleto de gente, una butaca y sólo una por corazón, un amplio teatro con un magnífico escenario. Y sobre este escenario, para recibirte, para saludarte, para darte la bienvenida, ese poder esperándote. Ése es tu templo y en él hay sólo un asiento para ti y para nadie más.

La música más dulce, la más magnífica, sonando para ti. Una visión tan perfecta esperando a revelarse ante ti. Éste es el reino de los cielos que reside en tu interior.

Si a una persona se le diera a elegir entre la crueldad y la dureza del mundo que nosotros hemos creado, y el amor y la ternura del mundo que fue creado para nosotros, ¿no sería obvio, acaso, lo que querría? Este mundo está provisto de todos los ingredientes necesarios: el aliento vibra, el corazón late, la sed existe, la plenitud danza en el borde de la copa. Allí está la salvación para darte la bienvenida todos los días: vamos, toma asiento, ve a tu mundo interior.

¿Qué significa esto para la mayoría de nosotros? “Sí, bueno, qué bonito.” Claro que lo es, ¡por supuesto! ¿Y tu determinación?, ¿es la de alcanzar el cien por cien? Tiene que serlo. Este mundo es cruel, ¿sabes? ¿Recuerdas la historia de Van Gogh? La gente cuando miraba sus cuadros se preguntaba quién los compraría. El pobre hombre no obtenía por ellos ni lo suficiente para comer. ¿Pero, en la actualidad…? Veinticinco millones de dólares por una de sus pinturas.

Ya te lo han advertido, no sólo una persona, sino muchas. Y ésa es la naturaleza de este mundo. ¿Cuántos podrían siquiera decir que todo esto es una ilusión? No todos se atreven. ¿Cómo podrían? Son parte de ella. Aunque no son muchos, algunos sí se atreven. El león que llevan dentro se arma de valor y se ponen a rugir. Y su rugido atronador silencia todos los otros chillidos que se escuchan. Deja que el león que existe en ti se arme de valor también. Deja que el cisne que hay en ti extienda sus alas y se eche a volar. Alcanza tú también la plenitud en esta vida. No lo dejes para mañana.

Prem Rawat-Maharaji



Música: Nikolaus Gansterer (Neonz)