jueves, noviembre 18, 2010

OVEJAS Y CORDEROS BAJO LA LLUVIA







Bucólicase

Las Bucólicas (en latín Bucolica, también conocidas como Églogas, Eclogae) constituyen la primera de las grandes obras del poeta romano Virgilio.
Roma conoció la poesía bucólica (del griego βουκολική ἀοιδή, «canto de pastores»), según parece, por las ediciones que se hicieron a lo largo del siglo I a. C. de los Idilios (del griego εἰδύλλιον, «pequeño poema») de Teócrito, varios de los cuales tenían este carácter pastoril. Teócrito había nacido en Siracusa (Sicilia), hacia 310 a. C. y había marchado en torno a 275 a. C. a Alejandría, que Ptolomeo II Filadelfo estaba convirtiendo en un centro fundamental de cultura y arte. Allí entró en contacto con otros poetas, especialmente con Calímaco y Apolonio de Rodas, con quienes compartió el amor por lo pequeño, refinado y nuevo. No se sabe gran cosa de los orígenes o precedentes de esta poesía pastoril, ni se sabía tampoco en época del propio Teócrito, lo que lo deja en una posición de creador o, al menos, recreador del género.
Virgilio había sentido siempre profunda admiración por los poetas alejandrinos del siglo III ad C. La que profesó por Teócrito se manifiesta en las múltiples ocasiones en que se inspira en él para sus Bucólicas. De las propias afirmaciones de Virgilio se deduce que fue incitado a la composición de estos poemas por Gayo Asinio Polión, quien parece haber contribuido a que se solucionara el problema de la confiscación de las tierras que pertenecían al padre del poeta.
Son diez poemas de entre 63 y 111 versos. En general se consideran escritos entre los años 41 y 37 a. C., si bien hay alguna propuesta de rebajar la fecha de su publicación definitiva hasta el 35. El orden de la colección no se corresponde con el de composición. A la hora de preparar la publicación, Virgilio reordenó el material con criterios puramente estéticos. El metro empleado es el hexámetro dactílico, que será también el de toda la producción virgiliana posterior.



música:   Tchaikovsky: Symphony No 3 Op 29: III. Andante   

4 comentarios:

  1. son guapísimas esas ovejas....

    deberías llevarte un trípode para que la cámara no tiemble tanto, sobre todo en los zoom in

    besos

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  2. Ya, pero llovía muchísimo y lo filmé desde el coche en medio de una carretera infame, pasando coches sin parar y yo con el tembleque. Aún así me compensó.
    Soy muy bucólica.

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  3. Para ser aún más bucólica, como presuntamente pudo y debió señalar Petronio a Virgilio si hubiesen coincidido, es necesario alimentarse únicamente de lenguas de ruiseñor.
    Suerte.

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  4. @Txerra: ¿de donde saco yo las lenguas de ruiseñor?

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