Pienso en mis cartones autobiográficos y saco conclusiones inéditas para mi hasta ahora.
Me gusta reciclarme a mi misma y mi práctica artística va conmigo, somos inseparables.
Por eso, en esta serie cuyo fin no alcanzo a vislumbrar, me reciclo con mi propia obra, utilizando las fotos que hice de las cajitas-relicario que hacía con las fotos bonitas de la gente querida que tenía a mi alrededor.
Altares, cajas, ensamblajes, homenajes, todo me refleja, son espejos de mi misma y del amor que siento hacia las personas, la vida y las cosas bonitas, porque soy mitómana, porque soy capaz de sublimar lo que me hizo daño, por eso mezclo todo, porque quiero ir más allá del bien y del mal, del ying y del yang, de la ley de los pares de opuestos, porque quiero que mi práctica artística sea pura, tan inocente como el corazón de un niño con la ironía de una vieja sorgiñe vasca.
música: No. 24 In D Minor, Allegro Appassionato Chopin Preludes
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