Barcelona me encanta y el templo del arte que es el MACBA hace mis delicias siempre, o sea, siempre.
Jamás me ha defraudado sino todo lo contrario.
Da igual que cambien de director. Hay una línea de respeto al arte, a los artistas y al público que acude, que me quita las telarañas que se me van amontonando en Bilbao cuando sufro tanta falta de interés por la cultura incluido el desprecio y el maltrato hacia los artistas, las obras de arte y los que acuden a verlas.
Me encantaría sentirme tan bien en los museos de Bilbao como me siento en los de Barcelona, pero desgraciadamente, no es el caso.
La exposición temporal que hay en este momento en el MACBA, Museo de las narrativas paralelas, presenta una colección de obras de la colección Arteast 2000+ de la Moderna galerija de Liubliana, la primera dedicada al arte de vanguardia de Europa del Este.
Es una obra interesantísima, cuyo magnífico montaje permite disfrutar ampliamente de todas y cada una de las piezas que presentan.
Me resultó sumamente agradable, cuando al preguntar si podía filmar, me dijeron tranquilamente que podía filmar el museo por dentro sin flash pero no las obras de arte.
Casi no había vigilantes.
Si hubiera querido habría podido filmar toda la exposición, pero como cuando me tratan con respeto me gusta comportarme, no lo hice.
Lo de Lenin y el Tapies estaban fuera de los espacios expositivos, así que los filmé tranquilamente sin temor a que me agredan.
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