El Abra ha formado parte de mi vida desde mi mas tierna infancia.
Veraneábamos en Santurzi, que antes se llamaba Santurce y desde el balcón de mi cuarto veía el Abra todos los dias en todo su esplendor.
Teníamos un balandro que se llamaba Alín II.
A mi padre le encantaba la vela y a mi también. Por la mañana íbamos al Alín pero solo a bañarnos y por las tardes navegábamos.
Luis Urteaga, el marinero que era de Zierbena, que antes se llamaba Ciérvana, estaba en la proa y se ocupaba del foque cuando virábamos.
Mi padre siempre llevaba el timón y yo me ocupaba de amarrar la escota con cuidado de que la botabara no me diera en la cabeza.
Hoy en día toda ha cambiado, los barcos ya no son de madera, y probablemente hasta estos nombres resultarán obsoletos.
Cuando se navega a vela solo se oye el sonido del viento que es muy agradable.
En cambio, cuando sa va a motor el ruido es desagradable y huele a petróleo y cuando nosotros navegábamos a vela y nos cruzábamos con gasolinos oíamos como gritaban:
"Ahí van los Oraa en el Alín".
A mi me entraba la risa.
Otros días íbamos a pescar y me gustaba muchísimo llegar a casa con algún pez aunque solo fueran unos chicharros o unos panchos.
Pescar txipirones es mas difícil, tienes que estar moviendo el anzuelo todo el tiempo para llamar la atención del txipirón con la forma de pez del anzuelo y así se enreda.
El Alín se fué contra las rocas en una galerna muy fuerte y se destruyó.
Desde entonces ya no me monto en barcos aunque me inviten porque "donde manda capitán no manda marinero" y a mi no me gusta que me manden y menos en un espacio tan reducido.
music: La Bella Sola (Gonzalo Rei & Banda Brava)
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