Estoy tan enamorada que soy capaz de poner la foto de mi amado hasta debajo de la almohada como una adolescente (no lo hago, prefiero colgarla en las paredes y verla cada vez que abro los ojos).
Por eso, en mis memorias hay una persona que sale mas que las demás, I can't help it.
Cuando veo los videos de mis memorias me doy cuenta del camino recorrido en mi vida.
Nací queriendo saber todo, conocer todo, sin barreras, no tenía ni tengo conceptos de razas ni fronteras, cuanto mas alejada de mi cultura sea la persona con la que me relacione, más me interesa.
Hasta ahora, las personas mas difíciles para entablar contacto han sido los aborígenes australianos.
He podido verles de cerca en el tren (en Australia ir en tren es casi como la segunda casa, solo para ir a la playa tardaba tres horas, a ellos les parece lo normal) pero marcan mucha distancia.
Sin embargo, tuve la fortuna, mientras yo hacia voluntariado en la cocina de Amaroo, food_prep, (cortar cebollas, ajos, etc. para que el chef pudiera tener todo a mano) había una mujer que trabajaba a sueldo y se encargaba de fregar los grandes pucheros y poco a poco nos hicimos amigas, hasta tal punto que como ella estaba relacionada familiarmente con un artista aborigen, me regaló un cuadro que guardo como un tesoro.
El arte de los aborígenes australianos se caracteriza por seguir unos secretos que ellos conservan en el inconsciente colectivo desde la prehistoria, al que los blancos no tenemos acceso por mucho que lo intentemos. Se reconoce inmediatamente desde un punto de vista visual, pero es imposible descifrar sus misterios.
music: Chopin: Impromptu #1 In A Flat, Op. 29, CT 43
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