Es evidente que el paso del tiempo se refleja en mi rostro y no solo los dias y los años, sino las fases por las que he atravesado dejando información en mis células.
Mi cara bonita ya no es bonita pero mi expresión es dulce porque he aprendido a amar, a ser paciente y muchas mas cosas lindas que solo yo conozco.
A medida que mi cuerpo físico se deteriora, mi espíritu crece y lucha para vencer las cadenas de la ignorancia y volar en libertad.
Me siento orgullosa del viaje de mi vida.
Estoy muy muy lejos del punto en que me hallaba cuando rogué a Prem Rawat que me salvara.
Solo necesité pedírselo humildemente y me lo concedió.
Me sacó de la oscuridad y me llevó a la luz y como ambas no pueden convivir, me quedé tranquilamente en la luz y así soy feliz y voy borrando los recuerdos de los errores que cometí cuando buscaba la verdad febrilmente.
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