Mi autobiografía progresa con la práctica.
El trabajo cotidiano da sus frutos.
Nunca desespero, cuando veo que me atasco, lo dejo y comienzo otra tarea.
No hay falta de trabajo en mi estudio y es tan personal que solo yo puedo hacerlo.
Mi gran defecto es la falta de órden.
El órden es una de las cosas que mas me relaja y me serena de este mundo pero acumulo demasiados elementos porque todo me interesa.
Me gustaría ser capaz de tener un sitio para cada cosa y así saber donde están las cosas que necesito, pero cuando me pongo a trabajar me vuelvo un poco loca y solo pienso en resolver el cartón que tengo ante mi.
Por lo menos, después de varios años trabajando con los cartones he llegado a la conclusión de que los que van a ser encuadernados deben tener el mismo tamaña para que resulte una colección de tomos de cartón exactos, lo cual significa que de momento me dedico a arreglar los que tengo para igualarlos.
Resulta un trabajo muy creativo y emocionante.
De momento estoy en esta parte del proceso y cada día hago un poco de órden y ¡cuanto lo agradezco!
La última película maravillosa que vi: Zen, la vida de Dogen, me recordó la importancia del órden y de la disciplina.
También recordé que cuantas menos cosas se posean la vida resulta mucho más fácil.
He estado ojeando tu blog y me he quedado asombradisima de lo profundamente burgues que es todo lo que cuentas y haces. Creno que no habia conocido ningúna artista que reprodujera tantisimo la mentalidad burguesa. Parece que vivieras en una burbuja de placeres y pasatiempos donde las únicas preocupaciones que relacionan tu trabajo con el mundo exterior son accidentales. Si te digo esto es por si no lo has tenido en cuenta alguna vez.
ResponderEliminarSi, tienes razón, he intentado deshacerme de mi educación burguesa por todos los medios pero no lo consigo.
ResponderEliminarLa impronta genética permanece, así lo afirma Jung.
Soy la gallega. Del primer comentario no me gusta nada su falta de identificación y me llama la atención la palabra tan en desuso de burguesa, que lo delatan como alguien de mi generación. Del segundo comentario admiro tu valentía, Blanca, al aceptar en forma de autorreconocimiento, las críticas de los demás. Y yo por mi parte..¿que pinto aquí? pues soy la tercera en discordia y me expongo a que me dilapide el anónimo o anónima, pero es que si no meto baza reviento. Saludos a las dos.
ResponderEliminarNO es por nada pero hablar de burguesía a estas alturas de la vida me parece reaccionario y no se si es una suerte o una desgracia pero yo voy haciéndome tomando lo que me gusta y tratando de desprenderme de lo que no me gusta.
ResponderEliminarPor otro lado, es fácil hablar desde el anonimato.
De acuerdo contigo. Pero tomátelo con tu filosofía del "buen rollito" y piensa en que ese anónimo o anónima te sigue, te lee habitual y detalladamente a la par que hace una reflexión profunda acerca de todo lo que escribes y cuentas.¿Quién dijo aquello de que lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal? Y después de esto ya podía dar la cara, digo yo...
ResponderEliminarLo dijo Oscar Wilde.
ResponderEliminarGracias por culturizarme, Blanca. Solo me queda añadir que en mi pueblo a los que no dan la cara se les llama cobardes y con esta frase rotunda apago el fuego que he encendido hace unos días porque ya no compensa echar más leña en una hoguera que no desprende calor.
ResponderEliminarNo es por dar la lata, pero me ha interesado este asunto, y por lo que he podido leer en google, aunque no es 100% seguro, es que hay una cita de Unamuno: "lo importante es que hablen de uno aunque sea bien" que parece basada en la original de Oscar Wilde: "sólo hay algo peor del hecho de que hablen de uno, y es que no hablen de uno" casi seguro que es así, porque esta cita parece muy propia de Wilde. He estado leyendo un rato esta noche aquí, y sobre el asunto ese de la burguesía, no sé, creo que señalar a alguien y decirle, "sé consciente de lo burgués que eres" Me parece que delata una pobreza intelectual importante. Porque no constituye nada más que una queja, una protesta. dice así: es injusto que tu tengas lo que yo no tengo y deberías sentirte culpable por ello. Es el tipo de conciencia que pretende despertar, es decir, mala conciencia. De todos modos no creo que la persona que lo ha escrito sea consciente de esa intención, entonces, ¿es inocente? ¿O eso la hace aún más culpable? Buscar la paz en uno mismo, buscar tu lugar en uno mismo desde luego es un derecho legítimo. Buenas noches.
ResponderEliminarAgradezco mucho todos los comentarios, enriquecen mis posts.
ResponderEliminarMarcos, me ha costado muchísimo descifrar las letras para poner un comentario en tu blog.