PREM RAWAT EN SICILIA

Los días 30 de junio y 2 de julio Prem Rawat fué invitado y agasajado en Palermo y Corleone.
Yo no estuve allí, así que me limito a mostrar las fotos y textos que me han enviado. Lo considero de gran interés.

“Il Maestro” de la Paz en Corleone

La plaza del pueblo, cuyo nombre recuerda a dos hombres abatidos a tiros por haberse enfrentado a la Mafia, era más pequeña que un campo de fútbol. Se habían traído sillas y algunas gradas al fondo. Según dijeron, este importante evento podía haberse celebrado en el interior de una sala, pero se quiso organizar al aire libre para que pudiera venir todo el que quisiera. Se notaba y era conmovedor el cariño sincero que la gente tenía por el Sr. Prem Rawat.



Era inconfundible la calidad de este evento de ensueño, y aun así era mucho mejor que un sueño, porque era real. Asistieron unas 50 autoridades en traje oscuro que previamente se habían reunido con Maharaji en un edificio oficial del gobierno situado en el extremo de la calle que daba a la plaza y que le siguieron en procesión hasta la plaza al salir él del edificio con todo el séquito de gente que le acompañaba.

En los balcones que daban a la plaza la gente del pueblo le aclamaba y aplaudía; madres con sus bebés y muchos niños pequeños saludaban también con la mano y sonreían, y un Maharaji radiante les sonreía y les devolvía el saludo a su vez.

Alcaldes de muchos municipios cercanos, algunos elegidos tan recientemente como el mismo día anterior, y que antes se habían reunido con él, todos muy felices, irradiaban un hermoso orgullo al dirigirse en fila a sus asientos. En el transcurso del evento mucha más gente se acercó a la plaza e incluso los perros flacuchos que había parecían incapaces de abandonar el lugar. Viendo a las personas mayores en el extremo de la plaza sentados delante de sus casas y de sus tiendas y negocios me trajo el recuerdo de las viejas fotos de las comunidades italianas del Newark y Nueva York de finales del 1800 y principios del siglo 20.



Éstos son algunos momentos de su intervención, no necesariamente en el mismo orden de presentación y parafraseados según lo que recuerdo:

-- Explicó que te haces experto en lo que más practicas: si practicas la amabilidad, te harás un experto en amabilidad, y si practicas la ira, llegarás a ser muy bueno en ira. A continuación dijo que iba a contar un cuento para ilustrarlo. Se trataba de un famoso arquero que tiraba una flecha y en pleno vuelo de la primera era capaz de lanzar otra que la partía por la mitad. Un día, mientras el arquero hacía la demostración, se oyó una voz entre la muchedumbre: “Es sólo cuestión de práctica”. La voz siguió oyéndose cada vez que el arquero repetía la proeza. Cuando terminó el espectáculo, el arquero se acercó al hombre. Quería preguntarle si era consciente de lo difícil que era hacer lo que acababa de ver. Éste respondió: “Sí, claro, pero es sólo cuestión de práctica. Ya verás, sígueme.” El hombre cogió una moneda con un agujero en el centro como muchas monedas antiguas chinas y la sostuvo por encima del cuello de la botella. Después tomó una cuchara de aceite y empezó a echarlo a la botella ¡sin derramar ni una sola gota en la moneda! “Cuestión de práctica”, siguió repitiendo.

Al igual que en Palermo habó del dicho de que si eres fuerte debes ser también bondadoso; si eres listo debes ser sencillo, y si eres rico debes ser humilde. También se explayó en el tema de que son los seres humanos quienes hemos creado muchos de los problemas que tenemos y somos los seres humanos quienes podemos resolverlos

Habló de la ecuanimidad de la naturaleza, que no dice: “Como no me caes bien, nada de lo que cultives te va a dar fruto.” Habló del proceso de creación de las nubes y de cómo la creación de las guerras no funciona así: empiezan en la mente de los hombres.



Antes de hablar Maharaji todos los oradores expresaron muy calurosamente el agradecimiento que sentían por el hecho de haber venido a Corleone a plantar las semillas de la Paz. Por todo el pueblo se veían carteles enormes que anunciaban el evento y antes de su comienzo un coche con un altavoz recorría la localidad invitando a la gente a la plaza. Los otros oradores aludieron en muchas ocasiones a la mala fama de Corleone y la Mafia.

Un hombre muy tímido habló de devolver a sus legítimos dueños las tierras confiscadas en el transcurso de los años, lo que fue muy bien recibido por la multitud. Maharaji, con suavidad, pero a la vez con firmeza, comentó que no deberían rebuscar en el pasado sino mirar hacia el futuro. Ambos empezaron y terminaron su intervención con este tema. Añadió que muchas personas vería las grabaciones del evento, desde gente de aldeas muy pequeñas de la India hasta ciudades de todo el mundo, y que podían sentirse orgullosos de saber que hablarían de Corleone como un lugar donde verdaderamente se abraza y se siembra la semilla de la paz.”


La gente del pueblo le ovacionó muchas veces y en ese momento se levantaron todos y rompieron a aplaudir. El alcalde volvió a darle las gracias y en lugar de referirse a él como el Sr. Rawat, le abrazó y le llamó “Il Maestro de la Paz.”



Se podrían contar muchas más cosas, pero os ruego aceptéis con benevolencia estas breves notas y disculpad los defectos y errores que pueda haber en este humilde intento por trasmitir un poquito de la magia y belleza de este histórico evento.