El Recuerdo
¿Hay algo más dulce al corazón que el recuerdo
de las palabras de amor?
Bajo la bóveda de este cuarto aún creo
escuchar sus ecos, mas el vino de rubíes que bebí
no es más que un agua amarga.
Consuela a mi corazón, que desde siempre y para siempre
embriagado quedó con tu belleza.
Muere el narciso envidiando tus ojos,
pues no supo encontrar la magia de tu mirada
y sus pétalos se mustian.
El pintor quedó tan asombrado ante tu belleza
que por doquier, en puertas y paredes, dejó su recuerdo.
Un día el corazón de Hafiz
vino a jugar con tus trenzas.
Mas cuando quiso irse supo
que en ellas, para siempre, estaba preso.
de las palabras de amor?
Bajo la bóveda de este cuarto aún creo
escuchar sus ecos, mas el vino de rubíes que bebí
no es más que un agua amarga.
Consuela a mi corazón, que desde siempre y para siempre
embriagado quedó con tu belleza.
Muere el narciso envidiando tus ojos,
pues no supo encontrar la magia de tu mirada
y sus pétalos se mustian.
El pintor quedó tan asombrado ante tu belleza
que por doquier, en puertas y paredes, dejó su recuerdo.
Un día el corazón de Hafiz
vino a jugar con tus trenzas.
Mas cuando quiso irse supo
que en ellas, para siempre, estaba preso.
Hafiz, poeta del amor y de las rosas música: Génesis |
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