Poder revivir momentos de mi vida hace que adquieran una dimensión mucho mas profunda de la que había quedado en mi recuerdo.
Son tantas las emociones que producen los encuentros con las personas, es tan fuerte el intercambio de energias, vibraciones, sentimientos.
Cada paso en el camino de la vida es diferente, cada respiración, cada instante.
Como dicen los chinos: "Lo único que no muta es que todo muta".
Leí un artículo sobre la Bienal de Venecia en el que exaltaban la magnífica idea de la curator
Bice Curiger al poner tres Tintorettos para contrastar con la especulación de las obras presentadas, no solo efímeras sino evidentemente con el único objetivo de llamar la atención.
En mi modesta opinión, es en el silencio y en la intimidad donde nace y crece la poesia.
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