Ayer fue un dia importante para mi trayectoria profesional, ya que el catálogo de las cotizaciones que saldrá a finales de junio, publicará la foto del cuadro que muestro y las nuevas cotizaciones de mis piezas de arte.
Ha sido una gran sorpresa y alegria para mi, ya que el fruto de mi trabajo de tantos años se ve recompensado a pesar de los altibajos de mi carrera.
Cuando vivía en Los Angeles tenía un representante que me organizaba las exposiciones, por eso pude exponer en Santa Mónica y en Beverly Hills.
Al marcharme terminó mi contrato con él y al venir a Europa decidí pasar una temporada en Barcelona, para aprender a hacer maquetas, pero pronto me di cuenta de que no me iba en absoluto, por lo que decidí volver a Getxo, a mi casa, en donde comencé a pintar cuadros abstractos que derivaron en las playas, tema con el que ya había trabajado desde hace unos 20 años.
Mi método de trabajo es muy ortodoxo apesar de lo que digan los críticos.:
Elijo un tema.
Lo estrujo hasta sus últimas consecuencias.
Y cuando ya no me da mas de si, lo dejo.
Sin mas.
Simple y neto, como mi propia obra.
Así sucedió con las playas. parece ser que la primera vez no había extraído todo el néctar, por lo que volví y ahora sí estoy segura de que ese tema está terminado, sobretodo ahora que mi segundo
LIBRO DE ARTISTA está a punto de terminarse; está formado con el making of del trabajo de playas.
Pues bien, os cuento todo esto, porque mi cotización ha subido bastante.
El hecho de haber estado tres veces en el Guggenheim Bilbao y que mi obra se venda en Saatchi Gallery supongo que habrá contribuido.
Cuando se lo comenté a mi actual galerista, María Febrer, con quien ya tengo apalabrada una exposición para el 2013, no le pareció mal así que el proyecto AKELARRE sigue en pie, lo cual me hace muy feliz, porque ella ha entendido el concepto que es bastante arriesgado.
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