Siempre he pensado que la vida es para vivirla en plenitud.
He preferido equivocarme a quedarme sin experimentar todo lo que se me ponía por delante.
Y así ha sido.
Y así, a través de dar traspiés y meter patas y caerme y levantarme, he encontrado lo que andaba buscando: la paz interior.
Ni siquiera sabía exactamente qué era lo que tan afanosamente buscaba a través del estudio, la pintura, la música, la gente, las drogas, los viajes, las fiestas... pero buscaba desesperadamente sin conseguir que algo me llenara, hasta que me rendí, pedí ayuda a Prem Rawat que me había ofrecido graciosamente, que cuando me cansara de buscar si no encontraba lo que necesitaba, fuera a donde él, y así lo hice.
Cansada, enferma, deprimida, sin fuerzas ni para pedir un café en un bar, sucia, vestida con un chandal gris, acudí a él, et voilà! tout d'un coup, en un instante me liberó.
Todo lo demás es historia.
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