martes, septiembre 13, 2011

PIZCA'S GARDEN.m4v















Comprendo que me siento orgullosa de ser amiga de Pizca Rivière.
La amistad es un tesoro, una delicada joya que requiere de mucha delicadeza, atención, constancia, comprensión, psicología y por encima de todo confianza y amor.
Yo he tenido la suerte de que sin dejar de ser yo misma y sin tener que hacer concesiones, tengo una amiga desde hace 44 años.
Jamás hemos tenido un roce.
Nos entendemos a la perfección y cuando estamos en desacuerdo hablamos hasta ser capaces de ver el punto de vista correcto y si no alcanzamos ese estado, pasamos a lo siguiente sin que nada altere nuestro entendimiento.
Me rio con ella como con nadie, nos entendemos como si fuéramos gemelas o siamesas.
La verdad es que ella tiene mucha paciencia conmigo porque yo soy muy concreta y me pone nerviosa cuando ella se va por los cerros de Ubeda, pero la cosa sigue.

Ella es surrealista y yo soy dadá, hay muchos puntos en común.
Ella ve lo invisible y me lo muestra.
Para cuando yo llego a un lugar especial, ella ya ha estado allí y me lleva de la mano enseñándome las bellezas del entorno.
Ella es muy generosa, da todo, tanto tanto, que se ha quedado sin nada y aún así sigue dando lo que tiene en abundancia, que es su amor.

Como dijo Fernando Maura cuando se la presenté: Tendría que haber alguien recogiendo todo lo que sale de la boca de Pizca para que quede para la posteridad.
Las palabras no son literales, pero el sentido si, y yo estoy de acuerdo con él.













2 comentarios: