Pizca Rivière es un terremoto.
Se entrega a la vida como si fuera el último momento de su existencia.
Vive con una intensidad tan tan fuerte que se desborda y necesita gente a su alrededor para que sus dones, generosamente expandidos sean recogidos y aprovechados.
Decía Fernando Maura cuando se la presenté, después de pasar una tarde con ella, que debía de haber siempre una persona cerca de ella grabando sus palabras para que quedara constancia de su fluido e interesante discurso.
Pizca es un ser único.
Se da entera. para ella no existe diferencia entre miserias y grandezas, entre enfermos y sanos, ricos y pobre, gordos y flacos, ella solo ve almas necesitadas de conocimiento, de amor y de paz interior.
El mundo terrenal le asusta, no sabe desenvolverse, desconoce las reglas del juego y sin embargo, en el mundo de lo divino es un experta teóloga.
En su momento, hace años, cuando no había empezado la new age ni se sabia que existía el esoterismo, ya era llamada por los avanzados "Pizca la cósmica".
A pesar de su nombre, Pizca es muy grande, abarca el universo.
Ha pasado unos dias en Bilbao y ha dejado estela, como siempre que pisa tierra vasca, en donde vivió muchos años debido a que casó en primeras nupcias con un arquitecto vasco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario