ENTREVISTA A MI MADRE

Conseguir una entrevista con mi madre es algo histórico.
Escritores de prestigio, catedráticos, literatos etc. le han insistido para que cuente su vida y escribir su biografía y se ha negado categoricamente siempre.

Pero como yo soy su única hija, tengo enchufe, así que ayer, aprovechando que estábamos solas y ella estaba cansada y con las defensas bajas, aproveché la ocasión.

Es un personaje digno de admiración y respeto, no solo por lo que ha demostrado a lo largo de su vida, sino porque sus hechos dejan constancia de ello.

Educada para mandar desde que dejó el internado, la Asunción de Miracruz (SS) debido a la enfermedad de su madre, mi abuela Blanca Maiz Nordhausen, tuvo que llevar las riendas de una casa complicada ya que aparte de ser muy grande, vivían como príncipes según ha dejado caer en alguna ocasión y ella era la que dirigía el servicio, atendía a su padre, a las visitas y se ocupaba de sus 4 hermanos menores haciendo las veces de madre.

No conoció la juventud. Muy pronto se enamoró de mi padre, se casó y se enfrentó a un entorno en el que no le quedó mas remedio que adoptar doble personalidad:
En casa era una mujer sumisa, ama de casa y esposa complaciente, mientras en la calle, dedicándose a labores humanitarias, llegó a ser presidente del Cáncer, por lo que el rey le concedió la medalla al mérito civil, presidente de honor del Hospital de Santurce etc. etc. etc.

Es una persona muy recta y además de inteligente posee gran intuición, entusiasmo por la vida y un poder de recuperación necesario para haber superado todas las tragedias que le han sucedido en su vida.

Hay tanto tanto para contar sobre ella que intentaré hacerle hablar ante la cámara porque aunque dice que ha perdido la memoria, es un pozo de sabiduría.

Yo le he dado muchos disgustos pero me ha perdonado.