lunes, diciembre 05, 2011

APLICACION POR ENCARGO















Empecé a interesarme por la informática cuando vivía en Malibu CA y vi la posibilidad de exponer mis cuadros en internet.

Inmediatamente contraté a una excelente profesora privada, cuya hija trabajaba en MIT, por lo que empecé a interesarme por Nicholas Negroponte y sus planes de futuro. Además me apunté a clase de informática en la Pepperdine University a donde ya acudía regularmente para perfeccionar mi inglés.

Cuando encargué una web a w3art y vi mis supercuadros a todo color y empecé a recibir comentarios me entusiasmé de tal manera que fui a Holliwood, al único lugar donde hacen ese tipo de diapositivas gigantes y empecé a organizar todo lo necesario para hacer un portfolio al estilo americano:

_diapositivas gigantes y carísimas (encargaba dos cada mes)
_un DVD con toda la obra (el espacio de este negocio era un vacío fascinante con una persona que recogía mis diapos y me entregaba un papel para que recogiera el DVD.
Cuando fui a recogerlo tuve un pequeño problema y para resolverlo me invitaron a entrar en la trastienda, es decir, el lugar donde hacían los DVDs y aquello era un caos, millones de ordenadores y de gente, todo desordenadísimo, un contraste radical con la imagen que daba la seudo tienda en donde solo se veia la nada impoluta.
_las diapos normales metidas en páginas de plástico.
_mi manifiesto de artista.
_el CV

En USA todos los artistas tienen que tener el mismo portfolio, no hay elección, se presenta así o no se presenta.


Cuando volví al pais de los vascos,  lo primero que quise hacer es mi propia web para lo cual asistí a varias academias prestigiosas de Bilbao en las que no aprendía nada y por fin resolví mi problema en una academia de Las Arenas, muy poco atractiva pero realmente operativa.

Cuando conseguí descifrar el lenguaje, intenté aprender a manejarme con otros programas pero pronto comencé con los blogs y en ese campo me he establecido.

No es la informática en sí lo que me interesa sino utilizar sus prestaciones para mi propio trabajo como agente cultural.

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