viernes, febrero 17, 2012

JUDY CHICAGO'S THE DINNER PARTY
















Voy a contar lo que yo sentí en la exposición de Judy Chicago, en LA, cuando descubrí un museo muy selectivo del que nadie me había hablado y en donde no tenían reparos en exhibir las piezas mas controvertidas y tratar a los artistas con el máximo respeto.

Recuerdo la impresión que me causó el UCLA Armand Hammer Museum,  uno de los que mas me ha impresionado en mi vida no solo por el ambiente de recogimiento casi sagrado que se podía sentir sino por el atrevimiento de exponer obras con motivos relativos al sexo lo cual en EEUU, debido a su ideología protestante son muy cerrados.

Pues bien, llegué con muy pocas nociones sobre Judy Chicago y al rato, embargada por una sensación de empatía comencé a llorar desconsoladamente sintiendo en mi no solo mi dolor sino el de todas las mujeres que hemos querido expresar nuestra creatividad y casi solo lo hemos podido hacer a través de la maternidad.

Lo que mas profundamente me conmovió fue un mural que consistía en una lista de todas las mujeres que había encontrado Judy tras un inmenso trabajo de búsqueda, de mujeres artistas, poetas, músicas, literatas de prodigioso talento, desde el siglo I hasta nuestros dias.
La mayoría se habían metido monjas para poder tener la oportunidad de dedicarse a trabajos mas artísticos que la mera reproducción de la especie.

Inmediatamente comencé a leer la autobiografía de Judy Chicago en la que encontré un par de cosas que me sorprendieron:

Una: Cuando hizo el proyecto de la casa, no me voy e explayar, hay mucho escrito sobre eso, Judy comprobó que las mujeres son menos aptas que los hombres para el trabajo físico, no porque no sepan hacerlo sino porque se cansan enseguida.

Otra: Cuando estaba trabajando en ese proyecto era preciso que viviera en LA pero su marido, el de aquella época, creo que era Scorsese pero no estoy segura, el nombre es lo de menos, tenía que residir en NY por motivos de trabajo por lo que decidieron de mutuo acuerdo y queriéndose mucho vivir separados.
Un día que tuvo ganas de ver a su marido se presentó en NY y su sorpresa fue mayúscula cuando le encontró con otra mujer.

¿acaso las mujeres permanecemos ingenuas hasta la muerte?

Respecto a The Dinner Party y sus polémicas vaginas ya está todo dicho, no tengo nada que añadir excepto agradecer a Judy Chicago los pasos que ha dado para facilitarnos el trabajo a las mujeres que queremos seguir nuestros impulsos.

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