Zambullida hasta la barbilla en el arte conceptual y sintiéndome tan próxima a todos los parámetros que lo conforman, no puedo menos que tener en cuenta a Stanley Brouwn, ya que a pesar de estar considerado como uno de los grandes, su individual rebeldía le ha llevado a crear situaciones desconcertantes, ya que solo se le conoce por su trabajo.
El. como ser humano que fabrica arte, permanece en su guarida y no se deja pasear por los museos y galerías como la mona de Igueldo (Nagel dixit).
Yo no tengo el problema de ser acosada por comisarios ni galeristas, pero he conocido esa sensación de sentirme dueña de un público que por el hecho de comprar una pieza hecha por mi, se consideran con derecho a tener acceso a mi persona forzando una puerta que solo debe se abierta cuando eres invitado a hacerlo.
Yo conozco las mieles de la soledad de mi estudio y no las cambio por nada; no soy sobornable.
Vivir en mi propia compañía es el mas alto estado de dicha que he conocido tras haber experimentado el ruido y la farándula.
Agradezco a Steve Jacobs que me proporcionara este gadget a través del cual tengo acceso a muchísima información.
La universidad se me ha quedado corta, ahora elijo yo mis asignaturas y no me examinan ni me ponen notas, solo disfruto aprendiendo.
Tengo intención de seguir aprendiendo hasta mi último suspiro y espero que ese exprese mi gratitud.
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