Siendo mi signo astrológico doble piscis es comprensible que mi punto principal esté en mis lindos piececitos.
Desde mi mas tierna infancia he estado pendiente de mis zapatos.
La gran ilusión fueron las zapatillas de punta cuando tomaba clases de ballet en Olaeta, me sentía una diosa y cuando me eligieron para bailar en el Arriaga y en el Coliseo (este último ya no existe).
Recuerdo mi llanto imparable cuando mi madre me compraba merceditas en vez de mocasines, mi corazón se hacía añicos.
Cuando ya estaba casada y disponía de dinero me encargaba los zapatos en Villarejo, me destrozaban los pies pero me compensaba porque me sentía bien calzada y además los utilizaba como modelo para dibujar del natural.
He pasado por muchas fases, desde plataformas que me hacían sentirme gigante hasta los que uso ahora que son el hazmereir de los que desconocen lo que es bueno, es decir los crocs, que me hacen feliz.
En invierno utilizo Ugly boots.
Todo lo pido por internet, así que sin moverme de mi casa, tengo todo lo que tenía cuando no paraba de viajar, es comodísimo.
Como tengo la pierna derecha 3 cms y medio mas corta que la izquierda, antes de estrenar los zapatos tengo que llevarlos a una zapatería de Las Arenas en donde me ponen una perfecta plataforma que parece que forma parte del zapato; son unos verdaderos artistas.
Resumiendo, confieso humildemente que la máxima expresión del arte del calzado, lo que me inspira y me emociona es:
pincha en el cuadradito:
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