No me extraña que los franceses tengan oficialmente acordada la frase para explicar el problema que se crea cuando hay que elegir: "L'embarras du choix".
Yo no tomo decisiones hasta que no sé perfectamente lo que quiero y cuando realmente estoy segura de la elección, doy los pasos necesarios y no presto atención a lo que me dicen.
Adelante, no dudo, sigo y sigo.
Si me equivoco y me doy cuenta de mi error, me detengo y reflexiono y vuelvo a tomar la decisión de dejarlo; otra vez atravieso el difícil trance de la duda, la reflexión, información, estudios, consultas, hasta que la luz aparece y a otra cosa mariposa.
Ahora he tomado la decisión de dirigir yo la curación de mi pierna rota con el eje metálico torcido.
Hoy he ido a mi quiropráctico favorito que hace milagros y me ha puesto en vereda.
Tengo que desarrollar los músculos con 400 ejercicios diarios, 200 por la mañana y 200 por la tarde y al tercer dia descansar.
Y el mes que viene volveré y él verá si mis músculos han empezado a despertar porque están dormidos.
No voy a extenderme en mis problemas porque en realidad es un asunto que solo interesa a quienes los padecen y hablar de enfermedades es tremendo, me remito a contar brevemente que mi vida actualmente está supeditada a mi pierna en cierto sentido pero eso no quita que mis ganas de divertirme siguan imperturbables.
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